Bogotá, Colombia, 1973.
Chorreras, 2016
Escultura pública basada en un molino de agua en funcionamiento, 6m de diámetro. Cedida por cortesía del artista.
La escultura de Miler Lagos se fundamenta en el deseo de dirigir la atención del espectador hacia ciertas anomalías encontradas entre el mundo natural y aquellas estructuras hechas por el hombre que definen nuestras vidas. Sus objetos preferidos son árboles, como en la SITE Santa Fe Biennial, donde colaboró con el periódico local, The Santa Fe New Mexican, para crear la réplica de 4.2 metros de una majestuosa ceiba empleando más de tres toneladas de periódicos reciclados que fueron apilados, atados y tallados, en un acto de re-reciclaje que evocaba la fuente viva del papel. Para la Bienal de Cuenca, Lagos centró su interés en varios cuerpos de agua que definen la fisonomía y la geografía de la ciudad, y se propuso construir un molino de agua operativo que transforme los movimientos del agua corriente en energía. En palabras del propio artista «El agua es pura y neutra desde su fuente. La energía que lleva por dentro hace la vida posible. Su gran capacidad de abarcar y alimentar las cualidades y formas de todo lo que se combina con sus moléculas hace de ella la sustancia esencial de todos los seres vivos».