EL TIEMPO NO ES MÁS FUERTE
El tiempo que se basa en la producción de mercancías
es él mismo una mercancía consumible
Guy Debora
En una conversación coloquial con una periodista, llegamos al punto del tiempo como factor equidistante de nuestro diálogo, lo cual trajo diferencias en cuanto a la percepción y valor que puede ser otorgado en la sociedad contemporánea, ya que al parecer (y en esto estábamos de acuerdo), el tiempo se ha tomado indebidamente el control de nuestras vidas. Quiero comentar esta experiencia, debido a que creo puede ser relevante del cómo una situación común, nos aproxima a reflexiones en arte-educación, cuando planteamos un factor cotidiano preponderante como lo es el tiempo.
Continuando con el relato, para la profesional el tiempo propiciaba una sensación de estabilidad, ya que su transcurrir en algunos temas generaba espacios de certezas y aprendizaje, lo cual producía confianzas que se podrían considerar desde la labor que se estaba ejecutando, hasta con la persona que pasaba ese proceso y es por eso que (a modo de resumen) para ella, existe la importancia de no perder el tiempo en aquellos temas y que en sí mismo, consolidaba aquella sensación. Una respuesta a ese punto de vista planteado en la conversación, fue donde el tiempo no genera estabilidad, ya que va a depender del contexto donde su transcurrir se aplique para poder conjugar algunas certezas y quizás aprendizajes, lo cual nos remite directamente al lugar y persona que se aplique, donde según sus condiciones y/o disposición, la construcción de experiencias no la dirigiría el tiempo, sino más bien, las emociones, sentimientos, intereses, intercambios y colaboraciones, que cambian esa marcación del tiempo, por una experiencia cualitativa, es decir, por las condiciones dadas (abusando de la regla temporal), lo que esa persona en ese contexto vive-experiencia en un día, puede ser más significativa que otra u otro en años, ya que al involucrarse en una participación según lo comentado, es parte de un proceso que podría denominar como «atemporal» haciéndose consiente del mismo.
Además, hoy el tiempo se relaciona directamente a la noción de productividad, donde irracionalmente nos vemos envueltos por la fatídica frase lanzada por Benjamín Franklin que dice «el tiempo es oro»1, situándonos en una cadena de tiempo-material que no especifica cual sería la verdadera importancia de esa producción o para quién, sino que nos ilusiona y auto-presiona, el solo hecho que de estar en esa cadena podemos seguramente acceder a ese tan preciado metal, es decir, nos vemos afectados, incorporados e incluso manipulados a un poder inteligente que dirige las sensaciones personales entorno a esa productividad «el poder inteligente, amable, no opera de frente contra la voluntad de los sujetos sometidos, sino que dirige esa voluntad a su favor. Es más afirmativo que negador, más seductor que represor. Se esfuerza en generar emociones positivas y explotarlas. Seduce en lugar de prohibir. No se enfrenta al sujeto, le da facilidades»2. En este sentido, el tiempo-material dirigido por aquel poder nos introduce a un estado de creer y convencernos que la forma de estar en esta sociedad, es únicamente a través de la participación incondicional de aquella cadena.
En conclusión, para lo que una persona el tiempo por su sentido de establecimiento o extensión, genera una cierta seguridad y quizás tranquilidad, desde otro punto de vista, produce incertezas y dudas de su transcurrir, sin una clara definición de contextos y personas, lo cual me genera una pregunta ¿cuál es la seguridad y tranquilidad que pueda producir el tiempo en la sociedad contemporánea, relacionada intrínsecamente a lo material?
Arte-educación: proceso para un contexto específico
El tiempo no es más fuerte, es la propuesta de programa educativo para la XIII Bienal de Cuenca, Impermanencia. Aquel se propone como una lugar de experimentación, donde el arte y la educación de forma conjunta y sin mayores relevancias individuales, construyan diversos procesos de conocer-aprender a los distintos públicos que asistan a la bienal, pero principalmente a los diversos habitantes de la ciudad de Cuenca.
Las posibilidades del arte -en especial el arte contemporáneo- como un proceso que permita conocer-aprender, otras formas de reflexionar sobre nuestra sociedad contemporánea, incentiva la construcción de una visión crítica que ayude a entender la importancia de la participación en una vida cultural, fortalecido específicamente por el arte-educación como una acción conjunta, que rompa las especificidades individuales de «arte» y «educación» «las prácticas artísticas contemporáneas, por su riqueza expresiva, por los múltiples interrogantes que plantean y por los distintos horizontes que nos proponen, contribuyen a la formación de individuos receptivos, críticos, dialogantes, imaginativos y reflexivos»3
Pero ¿por qué es importante implementar un proyecto en arte-educación a gran escala?
La búsqueda de esta respuesta no es inmediata, quizás tampoco se deba a un período de tiempo determinado y menos, al encontrar fórmulas específicas que surgidas en otros contextos nos tienten a repetir e implantar soluciones temporales, ya que sólo se rigen a eso: un tiempo y espacio determinado, sin asegurar nada más que su realización. La Bienal de Cuenca en la construcción de un área de educación en sus ediciones anteriores, ya tiene experiencia en eso. En una rápida revisión de algunos programas surgidos, se observan grandes esfuerzos por generar un servicio educativo, que “atienda” a los públicos asistentes, centrando principalmente su trabajo en lo que denominan visitas guiadas y más recientemente mediación, donde generando un rápido curso de preparación, cuentan con personal para «atender y/o servir» a los asistentes, explicando el contenido de las obras existentes. Estos esfuerzos, son conducidos casi de forma exclusiva a los estudiantes, ya sea por cercanía, mejor conducción, comunicación o simplemente pensando que son el público del mañana. Otro aspecto, es la realización de algunos materiales educativos que se dirigen principalmente a estudiantes pequeños (8 a 12 años apróx.) y unas experiencias para profesores que se enfoca bajo la idea de guía pedagógica. También se observa experiencias pilotos con escuelas, videos promocionales, acciones circenses para estudiantes, entre otras, que apuntan principalmente a producir una aproximación con la Bienal centrándose directamente en el «tiempo de realización» del evento. Todos estos esfuerzos, exhiben un despliegue de creatividad que a falta de proceso y metodología, son coherentes al contexto bienal que fueron desarrollados, pero sin una trascendencia y visibilidad concreta que son necesarias para proyectar un trabajo a largo plazo. Ahora se debe construir un lugar, integrar una metodología transversal, situando finalmente a la educación en un eje central y atemporal, donde la ciudad de Cuenca sea una plataforma regional, nacional e internacional en el campo del arte-educación, a través de un macro-proceso que integre a todas las instancias culturales existentes, estableciendo canales de comunicación e intercambio con la ciudadanía.
Para eso El tiempo no es más fuerte como programa de educación, propone una acción simple pero no exenta de complejidades: instaurar procesos de conocer-aprender a partir del arte-educación considerando a la XIII Bienal de Cuenca, como una etapa de exhibición y ejecución de un macro-proceso desarrollado entre bienales (atemporalmente), apuntando a la construcción de un sello identitario con participación activa en el quehacer del arte y la cultura, es decir, un lugar único de integración ciudadana a través de un proceso coherente a su contexto comunitario y territorial.
Concretamente, El tiempo no es más fuerte, busca producir una plataforma que active el capital cultural existente a nivel de museos, escuelas, centros culturales, bibliotecas, entre otros, integrando a la ciudadanía en el conocer, acceder, participar y reflexionar ese capital cultural, entendiendo al arte-educación como eje central de este proceso, teniendo como marco cultural nacional e internacional la Bienal de Cuenca.
Para la construcción de lo que denomino como una propuesta envuelta en un macro-proceso entre bienales o atemporal, donde El tiempo no es más fuerte como programa de educación se inserta al interior, identifico tres líneas de trabajo que se constituyan como etapas, las cuales van construyendo el proyecto.
Esto busca la definición de una estructura basal que vaya proporcionando puentes de comunicación con la ciudadanía, las instituciones culturales existentes, formación y fortalecimiento de profesionales en arte-educación, espacios de diálogo y trabajo con profesores de primaria, secundaria y universitaria e intercambios y colaboraciones culturales con instituciones internacionales, con el objetivo de establecer una plataforma de trabajo coherente con las actuales características del contexto en la ciudad de Cuenca. Las tres líneas propuestas son:
Metodología/Estrategia
Esta línea establece la base de organización para la propuesta, es decir, es la estructura inicial que se va acrecentando según el proceso atemporal, instaurando la metodología y las estrategias necesarias para su composición.
En términos metodológicos, se propone aplicar una pedagogía del diálogo (o dialogante), la cual permitiría construir procesos inclusivos centrados en el individuo (públicos), a partir de sus propias estructuras cognitivas, sociales y culturales. Esto significaría redefinir las funciones, instaurando espacios horizontales de diálogo e intercambio, teniendo al arte y la cultura como contexto, a los artistas, curadores, profesores, mediadores, estudiantes, en general la ciudadanía, como constructores de un proceso que se debe dotar de conceptos, lenguajes y experiencias cualitativas para establecer etapas que favorezcan el conocer-aprender de forma autónoma y libre.
Aprender/Construir
Esta línea es central en la proyección de la propuesta. Se plantea construir un proceso de investigación que vaya delineando temas o reflexiones para la producción de un trabajo en arte-educación, pero a su vez, que sea la base de análisis para las futuras realizaciones de las Bienales, es decir, este macro-proceso permitiría ir identificando a la Fundación Bienal campos de investigación surgidos desde el contexto cultural, académico y artístico de la ciudad, para con eso determinar contenidos, planteamientos e inquietudes que se transfieran a lineamientos propositivos para la realización de las futuras Bienales, generando de esta forma una integración del proceso con el evento, siendo la Bienal de Cuenca una etapa de exhibición y ejecución del macro-proceso desarrollado entre bienales (atemporalmente). Esta línea cuenta con dos campos de acción, para el desarrollo de sus propósitos, los cuales se integran paralelamente entre y durante las bienales, potenciando actividades que posibilitarían el trabajo comentado, aquellas son:
Académico
En este campo de acción se instala todo lo relacionado con la investigación, reflexión y formación en arte-educación. Acá se realizan cursos de formación para mediadores, conferencias de especialistas nacionales e internacionales, seminarios y workshops.
Experienciales
Como su nombre lo indica, este campo apunta exclusivamente a producir experiencias sin necesariamente un marco académico, desarrollando actividades con diversos públicos, que como centro tienen la producción de ejercicios donde la creatividad y la educación trabajan como un solo cuerpo.
Editorial
La tercera línea, tiene por objetivo sistematizar y hacer circular a través de material impreso o digital, todo el proceso que surge en aprender/construir con la idea de fortalecer un trabajo de reflexión expandida, generando una memoria escritural. En general las publicaciones propuestas son:
Material pedagógico de artes visuales a realizar de forma conjunta con profesores, identificando como fortalecer su praxis y lenguajes artísticos, para ser aplicados en aula. Libro del programa educativo que resulta de un seminario con expertos internacionales lo que realizan workshops en territorios y comunidades.
Libro-experiencia-comunidad (tipo libro de bolsillo) de las residencias de arte-educadores a producir en instituciones culturales junto a comunidades del lugar donde se encuentra esa institución.
Finalmente, este proyecto apuesta por producir un cambio de bases y de procesos que se han llevado hasta el momento en educación, si entendemos el formato bienal como una posibilidad de cambiar paradigmas en las artes visuales, donde nos invita a reflexionar sobre nuestras formas de ver y entender al mundo, al integrar la educación al contexto donde se realiza el evento aportando al mismo, tenemos la posibilidad de generar cambios mayores, que se amplíen con lo que significa un trabajo sostenido por un equipo cohesionado, que construya un proceso atemporal coherente, reflexivo, crítico e identificado artística, social, política y educativamente con la ciudadanía de Cuenca.
Cristián G. Gallegos
CURADOR PEDAGÓGICO XIII BIENAL DE CUENCA
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1 Time is money originalmente.
2 Han, Chul-Byung. (2014). Psicopolítica, neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Herder Editorial. Barcelona, España. Pág. 29.
3 Huerta, Ricard y de la calle Romà, (Eds). (2008). Mentes sensibles, investigar en educación y museos. PUV Publicaciones, Universidad de Valencia. España. Pág. 130.
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