Guayaquil, Ecuador, 1980.
MENCIÓN DE HONOR
The Messenger (El mensajero), 2016
Video monocanal con banda sonora, estante y objetos varios, dimensiones variables.
El artista ecuatoriano Óscar Santillán, quien vive y trabaja en Amsterdam, presenta dos proyectos fílmicos para su participación en la Bienal de Cuenca. En «The Messenger», Santillán ahonda en la tragedia de 2002, ocurrida en las montañas del Cáucaso, cuando un inesperado derrumbe aniquiló al staff y arrasó el set de la película rusa «The Messenger», donde murió su director Sergei Bodrov Jr. Siguiendo una investigación que incluía hablar con los sobrevivientes de la expedición, Santillán pudo obtener un fragmento del filme perdido en 35mm, que él usa como banda sonora de su obra actual.
Afterword (Epílogo), 2014-2015
Video instalación y escultura, dimensiones variables.
El artista ecuatoriano Óscar Santillán, quien vive y trabaja en Amsterdam, presenta dos proyectos fílmicos para su participación en la Bienal de Cuenca. En la instalación constituida por varios elementos, «Afterword», Santillán indaga la historia de los esfuerzos realizados por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche por usar una máquina de escribir a edad avanzada. Al mismo tiempo, investigación histórica y pura conjetura, este trabajo transforma las huellas grabadas de los intentos de Nietzsche de aprender a «bailar» con su máquina de escribir –una antigua «bola de escribir» inventada por de Malling-Hansen y dañada durante el envío– para dominar sus complejidades. Nietzsche pensaba que este instrumento le permitiría «escribir libros que son lo opuesto a lo que he escrito», aunque al fin parece que se convirtió en otro motivo de frustración para el filósofo. Santillán trae esta historia al presente con la ayuda de un médium, quien, acompañado de un pequeño fragmento del manuscrito original, es capaz de canalizar la danza que Nietzsche pudo haber realizado mientras trataba de dominar esta nueva tecnología de escritura.