Almarcegui es una de las artistas españolas con mayor proyección internacional, y ha concentrado su carrera en investigar los lugares abandonados que encontramos en las ciudades y sus alrededores. En el año 2013 sorprendió al público rellenando el pabellón español de la Bienal de Venecia con los mismos materiales necesarios para construirlo, convirtiéndolo en una ruina. Licenciada en Bellas Artes con un postgrado en Ámsterdam, la artista reside en Rotterdam (Holanda). Además de su participación en la Bienal de Venecia, Almarcegui ha participado en las bienales de San Pablo (2006), Sevilla (2006), Liverpool (2004), Atenas (2009), Taipei y Gwangju en 2008, y la Bienal de Sharjah (2007). Ha expuesto individualmente en Luxemburgo (2016), La Haya (2015), Basel (2015), Ivry sur Seine y León (2013), Madrid y Bremen (2012); Viena y Nueva York (2010), Málaga (2007), Dijon (2004) y Estocolmo (2003).
“¿Qué hay debajo de la ciudad y quién es su propietario?”, es la pregunta que la artista se hace y que quizá alcance a resumir sus preocupaciones estéticas y políticas, pregunta a la que responde así: “Trabajando en una época de extensiva renovación urbana, rodeada de construcciones por todas partes, me he dedicado a defender terrenos olvidados, solares y descampados, como únicos lugares que se escapan al exceso de diseño. Con la intención de mostrar el origen de ‘lo construido’ he presentado los materiales necesarios para hacer un edificio, y en otras instalaciones he mostrado los escombros tras su demolición, descomponiendo así una edificación en sus materiales de construcción y mostrando un edificio tal y como será cuando sea demolido y se convierta en una ruina. Confrontando al público con el gran volumen y la materialidad de la arquitectura, estas instalaciones son una meditación espectacular sobre la relación entre física, política y arquitectura”.
Inquiriendo sobre los dueños del espacio subterráneo, Almarcegui se ha dedicado a localizar e identificar yacimientos de hierro, petróleo, gas y depósitos de materiales de construcción como el yeso o la arena, negociando con mayor o menor éxito la adquisición de derechos mineros de explotación en varios países.
Lo cierto es que en el ámbito de arte contemporáneo el mundo de Lara Almarcegui es un planeta aparte.