El próximo jueves 05 de abril a las 19:00, en la sede de la Bienal de Cuenca (Bolívar 13-89 y Estévez de Toral), tendrá lugar el lanzamiento del catálogo “Artefactos y artilugios. Artistas cuencanos en acción”, una magnífica publicación que documenta detalladamente la exposición realizada el pasado 20 de julio en el Museo de la Ciudad. El acto estará acompañado de la exposición “La flâneur”, muestra individual de la artista cuencana Marcela Orellana, quien presentará su obra en el corredor del segundo piso de la Bienal.
El catálogo
Una de las prioridades de la actual administración de la Bienal de Cuenca ha sido la de coadyuvar en la activación de la escena artística local. Dentro de este propósito se inscribió la muestra “Artefactos y artilugios. Artistas cuencanos en acción” –realizada entre julio y agosto de 2017– y la presente publicación que documenta el montaje de la misma, como el registro de las obras e información sobre los artistas que la conformaron: Gabriela Andrade, Gabriela Bernal, Fabiola Cedillo, Daniel Coka, María Fernanda García, Darwin Guerrero, María José Machado, Juan Andrés Maldonado, Pablo Méndez, Diego Molina Beltrán, Galo Mosquera, Enrique Núñez, Marcela Orellana (“Mazhyx”), Juan Carlos Paredes, Adriana Pintado, Verónica Pons, Lorena Serrano, Mayra Silva, Damián Sinchi Q., Manuel Tenecela, Priscila Urdiales, Suamy Vallejo, Juliana Vega, Juliana Vidal, Gabriel Zamora y Gabriela Zumba (“Lá Gabriel”).
La flâneur”
Para dar continuidad a su objetivo de apuntalar al fortalecimiento del arte cuencano emergente, el lanzamiento del catálogo estará acompañado de la exposición “La flâneur. Derivas y collages de Marcela Orellana”, artista que fue parte de “Artefactos y artilugios”. Nacida en Cuenca, en 1984, Marcela Orellana, alias “Mazhyx”, estudió Artes y Psicología Educativa en la Universidad de Cuenca, y ha expuesto en varias muestras colectivas dentro y fuera del país. Actualmente trabaja en el Departamento Educativo de la Bienal de Cuenca.
El término “flâneur” procede del francés, y significa “paseante'” o “callejero” y remite a la idea vagar por las calles sin rumbo, sin objetivo, abierto a todas las vicisitudes y las impresiones que salen al paso. “Inspirada en esta idea –escribe Cristóbal Zapata– en el último tiempo Marcela Orellana se ha embarcado en una especie de pesquisa urbana, dejándose llevar por el azar a la busca de ciertas improntas o huellas perdidas: pedazos de papel anotados, retazos de telas, botones, empaques, etcétera, siempre fragmentos, indicios de mundos y personajes desconocidos a los que redime de su anonimato e insignificancia invistiéndoles de una envoltura afectiva e insertándolos en un orden estético”.