Máscaras con formas de lobo o un niño con la cara envejecida son algunos de los imaginarios con los que la población cuencana relaciona al poder. Estas representaciones surgieron luego de que el artista mexicano Érick Beltrán, en colaboración con el grupo de teatro de la Universidad Politécnica Salesiana, hiciera una encuesta a las personas sobre cómo proyecta el poder.
El resultado de este proceso devino en una acción performática que fue desplegada el pasado viernes 23 de noviembre por la mañana en la Plaza de las Flores, donde a manera de procesión esas máscaras y algunas leyendas como “El juez no sabe de proporciones” transitaron por las calles de Cuenca.
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