En julio, Erick Beltrán llegó a Cuenca para trabajar en el planteamiento de su obra que tiene como esencia encontrar una imagen del inconsciente colectivo, algo difícil de definir porque todo el mundo la tiene y nadie al mismo tiempo. La idea del artista mexicano es tratar, a través de los códigos del arte, definir y muy sencillo eso que se conoce como poder.
Beltrán volvió a Cuenca para concretar su proyecto denominado “Tótem Taboo y presentarlo en la XIV edición de la Bienal de Cuenca. En la noche del viernes 23, Erick levantó el premio Julián Matadero. El jurado integrado por Eva González Sancho, Inma Prieto y Ramón Castillo falló a favor de su propuesta.
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