Un cuarto con paneles nítidamente blancos que todavía conservan el olor a yeso y dos pequeños halos de luz, dejan entrever brotes que, al acercarse, son totalmente perceptibles. Eso que el ser humano esconde y lo que quisiera borrar de su mente y sobre todo, de su cuerpo: las cicatrices.
‘Geografías de la mortalidad’. Así se llama la obra con la que la artista cuencana Juliana Vidal de 25 años, alcanzó el Premio París de la XIV edición de la Bienal de Cuenca; galardón con el que viajará a estudiar en ‘La Cité Internationale des Arts’ de la capital francesa.
Leer más aquí