Te acercas cautelosamente a una pared en blanco, pegas tu oído (literalmente) y empiezas a escuchar aquellas historias que los muros de una casa (o un museo) escucharon. Gritos, exclamaciones, cuentos de terror o simples y entrecortadas frases cotidianas se revelan de repente… si prestas atención. Así nos invita el uruguayo Richard Garet con su instalación de sonido cuadrafónico “Quotidian”, de pasar de un estado pasivo a la escucha activa. O a mirar más allá de un espacio pensado para el almacenamiento del conocimiento –la biblioteca- cuando esta se reconoce como una escultura a la que indagas y reconoces de otra manera, no ya solo como una fila tras otras de lomos que anuncian tal o cual materia…a ser consultada (Jorge Méndez Blake, “Pabellón negro/Biblioteca abierta”). Sigo mi recorrido de la XIV Bienal de Cuenca dándome el tiempo, participando de cada propuesta, dejándome llevar por la experiencia misma. No contemplo, me inmiscuyo.
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